A pesar de que ya nombré a Jason, en la primera película cabe destacar que no es él el asesino. La historia de Jason comienza muchos años antes de lo ocurrido en esta primera película cuando, debido a ser un niño con deformidades tanto físicas como psicológicas, es atormentado por sus compañeros de campamento en Crystal Lake. En una de sus tantas ofensas hacia Jason, ocurre un accidente y nuestro personaje muere ahogado en el lago, mientras que sus compañeros se burlan de su incapacidad para nadar. Los celadores no llegan a tiempo para rescatarlo y su cuerpo queda sumergido en el lago toda su vida. O al menos eso supusieron. Viernes 13 comienza como todas las películas de la saga. Un grupo de personas van a Crystal Lake y lentamente empiezan a ser asesinadas. A pesar de conocer la historia desde el principio, la trama está muy bien hecha, ya que todo el tiempo hacen creer que Jason realmente no está muerto y todo parece un vil acto de venganza por parte de él. Es esto lo que hace del final una verdadera sorpresa. El descubrimiento de que en realidad los asesinatos son perpetrados por su madre, quien sobre el final es decapitada por la única sobreviviente. En resumen, la película es un original por lo que no me atrevo a criticarla de manera negativa, y debido a la época en que fue filmada no es posible decir que los efectos son de mala calidad. Con una buena trama y una historia con sentido y bien llevada, el puntaje es merecedor totalmente.